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Denuncian los bajos precios que la industria láctea española paga a los ganaderos a pesar de la suba de los productos lácteos 12/6/2017

Cuando el precio de los commodities (leche en polvo y manteca) baja en los mercados internacionales, la industria baja el precio de compra de la leche, pero si por el contrario el precio sube significativamente, como está ocurriendo en las últimas semanas, el precio de compra al ganadero por parte de la industria española lejos de subir, sigue bajando, hasta el punto de situarse 3 centavos por debajo de la media de las cotizaciones europeas.

Mientras que el precio de la leche en polvo registra 6 semanas de subidas ininterrumpidas y el precio de la manteca alcanza ya los 5 euros/kg., con tendencia al alza, el precio de la leche en origen en España sigue estancado en los 30 centavos/litro, muy por debajo de los 33,2 promedio de la UE y lejos de los 36 de Italia y 38 centavos de Alemania.

Según los productores españoles cuando el precio de los commodities baja en el mercado internacional, los precios de la leche pagados al ganadero en España también bajan. Sin embargo, en la actual situación de alza de precios en los mercados internacionales, no se ha producido recuperación en España y nuestros ganaderos perciben precios más bajos que el resto de productores de los principales países de la UE, con el agravante añadido del encarecimiento de los costos de producción que van a soportar los ganaderos como consecuencia de la grave sequía que afecta a España.

A diferencia de lo que ocurre en España, en el resto de la UE la industria láctea sí que paga a los ganaderos cotizaciones razonables porque además de participar en el mercado de la leche líquida, estos industriales apostaron, tras la desaparición del sistema de cuotas y la expectativa de nuevos mercados internacionales, por los productos industriales e invirtieron en torres de secado (Francia e Irlanda) para elaborar productos que se demandan en otros mercados fuera de la UE.

ASAJA considera que la industria láctea española debería tomar ejemplo de sus competidores europeos y tener en cuenta que estamos en un mercado global donde se debe apostar por la diversificación de productos, con derivados lácteos (quesos, yogures, batidos, etc.) y con productos industriales (manteca y leche en polvo), y por la apertura de nuevos mercados internacionales.