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El despertar de la industria láctea en América Latina 10/10/2017

Según el Banco Mundial, el PIB de los países latinoamericanos ha alcanzado un promedio de crecimiento constante durante varios años. Aunque en 2016 la situación fue particularmente difícil debido a los bajos precios de los productos agrícolas y la situación política, las previsiones para los próximos años son positivas.

Brasil: + 3,64% en las entregas de leche en el período ene-jun 2017.

En 2017, la producción de leche en Brasil creció 3.6%, Chile (+ 9.6%) y Uruguay (+ 8.3%). Incluso en Argentina, un país particularmente afectado por los problemas en 2016, la producción ha alcanzado el nivel de años anteriores.

Las buenas condiciones climáticas, los alimentos concentrados más baratos y la baja inflación, han permitido aumentar la producción. La diversificación de los sistemas de producción en los diversos países de la región, que incluye tanto formas extensivas como intensivas y la riqueza de los recursos naturales, puede permitir que la leche se produzca a un costo menor que en otros países.

Para las empresas de transformación, se ha dado un proceso de consolidación importante en los últimos tiempos. Algunos ejemplos son la compra del 90% del grupo lácteo lechero brasileño Vigor por Lala mexicana, Watts chileno adquirió la unidad local de Danone, logrando así una cuota de mercado del 14%, y SanCor de Argentina que transformaba hasta casi el 15% de la leche del país, anunció que quería vender la mayor parte del capital para formar una alianza estratégica con una empresa más firme.

A nivel de consumo, la creciente urbanización, como lo demuestran las megalópolis de Sao Paulo, Ciudad de México, Río de Janeiro o Buenos Aires, genera una mayor demanda de proteína animal, lo que a su vez implica una demanda de leche y derivados. Sin embargo, mucho depende de la demanda en Brasil, y el hecho de que las importaciones están disminuyendo en más del 25% causa consecuencias negativas en los países proveedores como Uruguay y Argentina.

Los acuerdos económicos en la región deben ser considerados: el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en cuestión podría llevar a los países del Mercosur a convertirse en los principales proveedores de México, un país fuertemente dependiente de las importaciones de leche de Estados Unidos, también tendría un gran impacto la eliminación de las cuotas de importación en Brasil de la leche en polvo proveniente de Argentina.

Por lo tanto, un sector en evolución y de alto potencial para ser considerado cuidadosamente para el mercado mundial de la leche. Por otra parte, no es casualidad que las mayores empresas lácteas del mundo estén presentes en América Latina.