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BRASIL: Productor de leche versus Industria Láctea 29/7/2021

Solo un factor podrá cambiar el actual escenario de fricciones que se ha producido entre grupos de representantes de ambos eslabones:  la recuperación del poder adquisitivo de las clases media y baja . Lo cierto es que los ciudadanos tienen sus ingresos estrangulados y el costo de la comida, en su conjunto, los asusta y limita mucho.

Las ayudas de emergencia del año pasado suavizaron este escenario sobre todo porque la inflación aún no se había consolidado. Este año, sin embargo, el único efecto que se vio fue aliviar el número de mendigos en las calles, que ya habían regresado. En otras palabras, marcó la diferencia para los más necesitados, no hay duda, pero no para la amplia gama de consumidores de lácteos.

Si se hubieran mantenido, los precios de los productos en los estantes se habrían rezagado con respecto a los aumentos promedio del 30-40% en los costos del productor y de la industria . Da la casualidad de que están, hoy, con un valor inferior al de hace 12 meses. Esto, combinado con los crecientes costos de ambos eslabones, hizo que la situación fuera bastante delicada para todos e insoportable para muchos.

No sirve de nada acusarnos y señalar con el dedo. El dolor es real por todos lados.

La única solución indolora sería que Brasil recuperara sus puestos de trabajo, que la fuerza de trabajo nacional fuera más eficiente (productividad) y, en consecuencia, recuperar ingresos, pero este es un proceso lento.

Sin esto, no hay lugar para aumentos de precios al consumidor y sin esto, la transmisión será forzada desde la góndola hacia la máquina de ordeño (ilustrado en el diagrama de la imagen, en inglés). Si el productor no comprende esto, todavía no comprende su sector.

La industria creía que la ayuda de este año podría respaldar el consumo y los precios , pero no fue así. Sin embargo, el mercado spot apostó por esa recuperación y logró tirar los precios al alza, por adelantado. La industria se vio obligada a seguir la tendencia o no habría leche y, por lo tanto, todo el sector creyó, el productor recuperó un impulso, pero el mercado de consumo dejó a todos "agarrados del pincel", no respondieron y su decisión es soberana.

El momento es para que usemos la cabeza y la usemos preferiblemente fría. En todo el mundo, los alimentos para el consumidor y los insumos para el productor y la industria aumentaron mucho.  El hecho de que no estemos solos indica que tiende a producirse cierto reequilibrio.

Quienquiera que esté hoy en el mercado, ya sea productor o industria, sabe mínimamente lo que hace . No hay aficionados más activos. Lo que aún no hemos logrado es un grado evolucionado de conciencia y acción en cadena, juntos. Ya hemos recorrido un largo camino en esta dirección, pero con la pandemia los desafíos se han triplicado y nos exigen a todos quizás triplicar nuestra capacidad.

 En inglés existe una expresión: "thinking hats on"  , que en una traducción no literal equivaldría a "tiempo para poner la cabeza a pensar".

Figura 1 -  Diagrama de cómo funciona la formación de precios al productor en Nueva Zelanda, por Fonterra.