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  • Imposición de restricciones al comercio de quesos por indicaciones geográficas, una amenaza para la cadena láctea de Argentina - LECTURA RECOMENDADA 25/11/2017

    Una indicación geográfica es un signo utilizado para productos que tienen un origen geográfico concreto y cuyas cualidades, reputación y características se deben esencialmente a su lugar de origen.  Por lo general, la indicación geográfica consiste en el nombre del lugar de origen de los productos. Un ejemplo típico son los productos agrícolas que poseen cualidades derivadas de su lugar de producción y están sometidos a factores geográficos específicos, como el clima y el terreno.

    En la actualidad se encuentran en curso las negociaciones entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur para la celebración de un acuerdo de asociación que incluiría una apartado sobre las indicaciones geográficas. En ese marco la UE ha solicitado la protección de una extensa lista de nombres de quesos producidos, consumidos y exportados por la República Argentina.

    Los quesos que se pretende incluir en el listado a proteger por la UE ha adquirido características de generalidad o de uso común por su empleo habitual y de buena fe en virtud de las migraciones que a través de las generaciones han llegado desde Europa a la Argentina, conformando a lo largo de un siglo y medio denominaciones genéricas mediante las cuales los consumidores argentinos identifican a los productos quesos, independientemente de sus lugares de origen.

    Muchas de estas denominaciones ya eran reconocidas, producidas y hasta exportadas desde al menos la década del 1930-1940.

    Por lo tanto estamos frente a nombres geográficos que han perdido completamente el carácter que define a las indicaciones geográficas. En este sentido las normas no obligan a un miembro a proteger una indicación geográfica de otro miembro si dicha indicación es idéntica al término habitual en lenguaje corriente que es el nombre común de los bienes o servicios en cuestión, es decir, si se ha convertido en el término genérico para describir los bienes y servicios en el idioma local.

    Esta situación puede convertirse en una nueva restricción no arancelaria al comercio internacional de productos agropecuarios, contradiciendo la posición esgrimida durante décadas por nuestro país en foros donde se negocian las políticas comerciales para la agricultura.

    Argentina cuenta con más de 700 industrias que elaboran alguno de los quesos comprendidos en la lista que la UE propone proteger bajo la forma de indicaciones geográficas, las cuales emplean en forma directa a más de 30.000 personas y otro tanto en forma indirecta. La mayoría de los establecimientos están ubicados en el interior del país, siendo una importante fuente de empleo, inversión y generación de riqueza.

    El futuro de la actividad quesera que implica más del 50% del destino de la leche procesada, está atado a la necesidad de contar con condiciones de mercado no restrictivas para la comercialización tanto interna como externa de sus productos. La imposición de una protección que impida el uso de los nombres genéricos de los quesos implicaría un grave perjuicio para la cadena láctea en su conjunto.

    Quesos con nombres genéricos  de difundido uso en nuestro país:

    ·         Feta

    ·         Gruyere

    ·         Reggiano–Reggianito

    ·         Manchego

    ·         Fontina

    ·         Romano

    ·         Brie

    ·         Grana

    ·         Provolone

    ·         Camembert

    ·         Mozzarella

    ·         Edam

    ·         Emmental

    ·         Parmesano

    ·         Gouda

     

    elaborado por el OCLA