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Informe de Coyuntura del IERAL: Acuerdo Unión Europea - Mercosur 5/7/2019
Coordinador: Jorge Vasconcelos
Editorial - Jorge Vasconcelos
Mercosur-Unión Europea: el acuerdo obliga a la Argentina a ser más competitiva (¿qué tiene de malo?)
· La competitividad es un factor explicativo de primer orden del nivel de riqueza por habitante de cada país. En uno de los rankings más citados, el del World Economic Forum, la Argentina ocupa el lugar 92 sobre 137 países y España, por caso, se ubica unos 60 puestos por delante. Así, no sorprende que el PIB por habitante de España multiplique por 3,5 veces el de la Argentina
· La Argentina y Brasil atraviesan una etapa de estancamiento económico desde principios de esta década, en marcado contraste con países como Chile y Perú, que han crecido 21,9 % y 31,6 % en los últimos ocho años. Adicionalmente, por sus características, el Mercosur había adquirido un carácter procíclico en el último período, por el cual la recesión de un país explicaba la del otro. La falta de competitividad hace que las exportaciones industriales no puedan alcanzar terceros mercados en el volumen requerido cada vez que la demanda intra-Mercosur se resiente
· La Argentina había acentuado el sesgo antiexportador de sus políticas, con una expansión del gasto público fuera de escala, con la más que duplicación de la incidencia de los impuestos distorsivos en términos del PIB. La eliminación de los cepos al cambio y al comercio exterior abrió una nueva etapa en aras de corregir esos sesgos, pero falta mucho camino por recorrer
· El acuerdo Mercosur-Unión Europea, de concretarse, habrá de ordenar la agenda de reformas para dar un salto de competitividad. De la comparación con Chile surge que los frentes en los que habrá que dar prioridad a las transformaciones tienen que ver con la estabilidad macroeconómica, el desarrollo del mercado financiero, la eficiencia en el funcionamiento de los mercados de bienes y laboral, las Instituciones y la infraestructura
En Foco 1 - Gabriel Sánchez
Tres interrogantes sobre Acuerdo Mercosur - Unión Europea
· El acuerdo permitiría aumentar la hoy escasa inserción en cadenas globales de valor al reducir las barreras al movimiento transfronterizo en distintas etapas de elaboración y, al facilitar, vía la armonización de regulación de inversiones, la llegada de inversión extranjera directa que potencie la inserción en estas cadenas
· La ganancia más importante probablemente venga de los menores costos de transacción que supondrán la armonización regulatoria y reconocimiento mutuo de certificaciones, que reduzcan los costos logísticos y los costos fijos asociados al cumplimiento con los requerimientos de calidad externa, los reglamentos técnicos del comercio y las barreras sanitarias y fitosanitarias. La rebaja de estos costos fijos es crítica para el ingreso de PYMEs al mercado exportador
· La integración comercial con la UE puede desplazar a algunas empresas y actividades manufactureras al final del proceso de desgravación, pero hay que subrayar que la remoción de aranceles para sectores sensibles llevará entre 10 y 15 años. En promedio, el sector manufacturero habrá de crecer, de la mano del comercio intra-industrial y la integración regional, que son la norma en estos acuerdos
· Para maximizar ganancias y minimizar costos, hay que implementar reformas e inversiones que aumenten la competitividad de las empresas argentinas, al tiempo que faciliten la reasignación de capital y mano de obra desde empresas desplazadas a empresas en expansión. Y, además, introducir redes de contención social para trabajadores desplazados. El acuerdo prevé horizontes prolongados para la liberalización de sectores sensibles, dando tiempo para avanzar en las reformas y a que las empresas y los trabajadores se reconviertan
En Foco 2 - Juan Manuel Garzón y Emilia Bullano
El acceso al mercado de la Unión Europea ilusiona a los exportadores agroindustriales
· Si se consideran 27 cadenas agroindustriales que IERAL monitorea, las compras de la Unión Europea representan el 35% de las compras globales, incluyendo las operaciones entre países de la propia Unión (27%) y operaciones con no socios (8%). Las compras del segmento Extra UE tienen una dimensión similar a las de Estados Unidos (8%) y ligeramente menor a las de China (12%)
· Algunas cadenas agroindustriales argentinas ya tienen una presencia importante en el mercado europeo. Destacan particularmente los casos del maní, del complejo sojero, la carne bovina y la miel, con una participación de entre el 10% y el 50% del segmento de mercado Extra UE (entre el 3% y el 33% si se consideran importaciones totales). Pero otras muestran ventas simbólicas o nulas (lácteos, forestoindustria, trigo y derivados, frutos secos, etc.), tanto por debilidades propias como por condiciones de acceso muy restrictivas
· El acuerdo Mercosur - UE luce como una gran oportunidad para perforar una política comercial defensiva y consolidada en varias producciones relevantes para Argentina. La negociación por una nivelación de las reglas con las que juegan miembros y no miembros ya habría generado avances concretos en varios frentes importantes (se han anunciado cupos para carnes, lácteos, etanol, etc.) pero todo análisis resulta provisorio hasta tanto los países miembros de la UE, particularmente aquellos que se sienten más afectados en sus intereses sectoriales, validen las nuevas condiciones comerciales
En Foco 3
Documento Oficial: el resumen publicado por el gobierno argentino acerca del acuerdo Mercosur – UE
· Entre la información suministrada, destaca el ítem vinculado con los plazos acordados entre las partes para la implementación del acuerdo. El 76% de las importaciones de la UE provenientes del Mercosur verán eliminados sus aranceles de manera inmediata y el resto se liberalizará en 4, 7 y 10 años
· La desgravación inmediata del Mercosur alcanza al 13% del comercio y el resto se reparte en plazos de 4, 8, 10 y 15 años. Aproximadamente el 60% de las importaciones desde la UE se encuentran en plazos de 10 o 15 años
· Los plazos de desgravación mayores a 10 años (límite sugerido por la normativa de la OMC para acuerdos de libre comercio regionales), la desgravación más lenta y el mayor porcentaje de comercio excluido del acuerdo por parte del Mercosur son el resultado un “trato especial y diferenciado” que reconoce la diferencia del grado de desarrollo de las economías.