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BRASIL: Mercado Lácteo 23/9/2021

¿Qué esperar del mercado para finales de 2021 y principios de 2022?

La demanda ha sido uno de los factores que complican la situación actual del mercado. "La demanda muy débil se debe a dos puntos principales: 1) Los precios muy altos de los productos para los consumidores y 2) la mala situación economica". Sumado a esto, también señaló la ausencia del bono corona que antes “inyectaba dinero directamente en las venas del consumo” e incidía en el consumo. Hay otro aspecto relevante, que es la reanudación de la actividad en diversos sectores (malls, restaurantes, viajes) que comenzaron a competir con el consumo básico de rubros como alimentos, lo que favoreció al sector lácteo en 2021.

En el eslabón productivo de la cadena, los precios al productor siguen siendo altos, pero lejos de reflejar una buena rentabilidad, como se observó a fines del año pasado. La tendencia, es de una reducción de los precios al productor en los próximos meses, reduciendo aún más los márgenes. "Comparando los últimos cinco años, el Margen Ingresos – Costos de Alimentación  de 2021 no fue peor que el observado en 2018. Venimos de tres años con mínimos consecutivos". Esta probable reducción se debe principalmente al aumento de la oferta estacional de leche en el último trimestre, aunque el productor está desanimado. Además, la industria tiene márgenes muy malos y no tiene la fuerza para contener las caídas en el comercio minorista y mayorista. Entonces los márgenes en las fincas también deberían permanecer ajustados, una situación agravada por los precios aún altos del maíz y la soja.

La menor rentabilidad, combinada con una escasa relación de intercambio entre la leche y carne, ha desalentado la producción y fomentado el sacrificio de animales. La disminución de la producción se ha venido produciendo principalmente entre los pequeños productores y también ha ido creciendo el abandono de la actividad. Aún por el lado de la oferta, ayudando en este punto, tenemos importaciones más bajas que el año anterior. "El momento es negativo para ambos lados: poca leche y poca demanda".

Al igual que los productores, las industrias están bajo presión , con márgenes estrechos e incluso negativos en algunos casos. En los últimos cinco años y especialmente en este, los productos que más "sufrieron" fueron la leche UHT, la mozzarella y la leche en polvo; en general, las industrias están sufriendo sus peores márgenes en los últimos 5 años.

Con poco estímulo, la expectativa es que la producción caiga en 2021, situándose alrededor de un 1% por debajo del año anterior, y en el cuarto trimestre la caída debería ser mayor respecto al año anterior. Los precios internacionales deberían seguir subiendo y las importaciones menos competitivas. Incluso con la producción en los países del Mercosur creciendo, la disponibilidad sigue siendo baja y ya está comprometida con las ventas a destinos distintos a Brasil.

Un factor que podría cambiar este escenario sería la recuperación de la demanda, a través de la reacción económica o la asistencia del gobierno. Esto, junto con la baja disponibilidad de leche, traería estabilidad al mercado, con una baja probabilidad para este escenario.

Para 2022, se espera un crecimiento económico moderado y valores ligeramente mejores de maíz y soja, respectivamente. Sin embargo, para la producción, el año debería comenzar reflejando el final de 2021, con menor rentabilidad, producción desmotivada y menor disponibilidad.

Al mismo tiempo, se espera un desequilibrio entre oferta y demanda, con condiciones de oferta mucho peores a principios del próximo año. Por lo tanto, se puede esperar una curva de precios de la leche más cercana a la “normal histórica”, con un aumento de los precios desde marzo / abril debido a la entrada más fuerte de la temporada baja. Las importaciones tienden a comenzar el 2022 sin competitividad y su competitividad crece a medida que los precios suben aquí en el mercado brasileño.

Una posible acción de la industria que promueva el sostenimiento de precios (como se ha visto) puede cambiar este escenario, así como el crecimiento de la demanda con posibles intervenciones gubernamentales (aumento de la Bolsa Familia), ya que 2022 es año electoral.